domingo, 26 de abril de 2015

¿un tragito?

La receta de El vino de rosas aparece en De re coquinaria  I,III,1 de Marco Gavio Apicio, que vivió en el siglo I.



Aunque muchos lo conocen como el primer  recetario de cocina parece que en realidad está lejos de ser una obra original escrita por Apicio (si es que fue realmente su autor). Numerosas variantes del latín utilizado en los diferentes capítulos, incongruencias cronológicas en el lenguaje y partes inexistentes (pero que aparecen indicadas en el índice)  hacen pensar en la recopilación y en los añadidos sucesivos que la obra de Apicio ha vivido a lo largo de los siglos.

Apicio era conocido sobre todo por sus excentricidades y una enorme fortuna personal que dilapidó en su afán por hacerse con los más refinados alimentos, elaborados en complicadas recetas, algunas atribuidas a él, como el foiegras obtenido del hígado de gansos alimentados con higos.



Su desmedido epicureísmo le granjeó la antipatía de los estoicos contemporáneos suyos, como Séneca o Plinio el Viejo.

Se desconoce con exactitud la fecha de su muerte, probablemente acaecida en los años finales del imperio de Tiberio.

La tradición dice que se suicidó envenenándose al asumir que su estilo de vida lo había arruinado completamente. Quizá, por todo ello,  sí le podríamos otorgar el título de “primer gran gourmet de la historia”.


El libro ofrece no sólo un conjunto de recetas sino que enseña diversos trucos culinarios para reutilizar, por ejemplo, las sobras de los alimentos cocinados o para preparar platos similares, pero con complejidad y costes diferentes.



Bueno, al lio ¡¡vamos con el vino!!

·    Ingredientes vino de rosas :

·    1 l. de vino ( rosado )
·    12 rosas perfumadas

Conseguir rosas de la mejor calidad y que no estén humedecidas por el rocío

Separar los pétalos de las rosas olorosas y aptas para el consumo ( no tratadas con pesticidas, abonos artificiales o con herbicidas ). Retirar la parte blanca de la extremidad de los pétalos 

Colocar los pétalos en maceración con vino durante siete días

Proteger de la luz y de la humedad.

Realizar un cambio de los pétalos cada siete días y así hasta completar la maceración a los 21 días.

Al finalizar el tiempo de maceración a las tres semanas completas, el vino estará listo para su consumo.  Añadir miel de buena calidad cuando se vaya a consumir

Nosotros tenemos la suerte de poder disponer de unas especias de países no conquistados por los romanos en su época, lo que nos les permitió gozar de su aroma, así que si tendemos a los aroma especiados, podemos añadirle una caña de canela y 5 clavos de especia. También se puede utilizar vino tinto  para conseguir un vino de más cuerpo, o añadir, zumo de limón al gusto, o miel, o para potenciar más el sabor, agua de rosas, de venta en herboristerías. También se pueden sustituir las rosas por violetas si estas son de vuestro gusto.